Reparar el granito en casa es una tarea que puede parecer sencilla, pero conlleva varios riesgos que es importante considerar antes de emprenderla. He escuchado de personas que, con la esperanza de ahorrar dinero, han intentado arreglar sus encimeras de granito dañadas y han terminado gastando más en el proceso. Se estima que una reparación profesional puede costar entre 150 y 450 euros, dependiendo de la magnitud del daño y del tipo de granito. Un error común puede ser la subestimación del costo de los materiales necesarios para una reparación adecuada.
Cuando uno intenta pulir o sellar el granito sin experiencia, el riesgo de dañar el material es alto. El granito es una roca ígnea compuesta principalmente de cuarzo, feldespato y mica, y requiere un tratamiento delicado para evitar daños. Si aplicas demasiada presión al lijar, puedes causar arañazos irreparables. Es esencial utilizar herramientas específicas, como lijadoras de mano con almohadillas de diamante, que son recomendadas por expertos del sector para trabajar el granito adecuadamente.
Un ejemplo de esto es el caso de una familia en Madrid que decidió intentar reparar granito por sí mismos. El resultado fue que, tras varios intentos fallidos de pulir una grieta, terminaron con una superficie irregular y opaca. Finalmente, contrataron a un profesional que tuvo que restaurar el daño previo, lo que finalizó costando el doble del presupuesto inicial.
Un aspecto que considero crítico es la seguridad. Los productos químicos utilizados para sellar están compuestos por sustancias que, en ocasiones, emiten vapores tóxicos, y requieren un manejo cuidadoso. Es imprescindible usar guantes y mascarillas adecuadas y asegurarse de tener una buena ventilación en el área de trabajo. ¿Vale la pena arriesgar la salud por un ahorro que puede ser mínimo? Personalmente, prefiero dejar esta tarea a un profesional.
Por último, los tiempos que uno calcula para finalizar la tarea también suelen ser engañosos. He leído que reparaciones que prometen ser rápidas pueden extenderse por varias horas si no se tiene el conocimiento adecuado o si surgen complicaciones inesperadas. En lugares donde el acceso y el espacio de trabajo son reducidos, el proceso puede ser aún más complicado. En resumen, aunque la idea de reparar el granito en casa puede parecer económica al principio, los riesgos, desde daños hasta problemas de salud, a menudo superan los beneficios potenciales.